El hombre gritaba: ¿Qué me dice? Yo repetía: ¡En LA 440! ¡No lo escucho! ¿En cuánto? ¡440!, le repetía yo como un loco, los dos nos estábamos desgañitando. ¡Creo que ya entendí, no se preocupe compañero Amauris! Colgamos, llamé a Nelson y le dije que t...